Justin es nombre de triunfador: Bieber, Timberlake. Pero Justin Kluivert no sueña con ser una estrella de la música. Lo que quiere es ser como su padre, el mítico Patrick Kluivert. A papá Le recordaréis de equipos como el FC Barcelona o Newcastle o por ser el que hizo el gol de la victoria para el mítico Ajax de Ámsterdam que ganó la final de la Champions League de 1995 ante el AC Milan.
De momento ha conseguido tener la misma cara que su padre (entendiendo cara como parte del cuerpo). Pero también la capacidad esa de ser el tipo de falso nueve del que ya hemos hablado alguna vez. De ese que juega de delantero, pero tiene problemas para marcar. Porque de Patrick Kluivert siempre se dijo que tenía mucha clase, pero poco gol. Pero alimentar esa leyenda es de mala persona, porque la estadística no miente. Con el Barça ha hecho en casi todas sus temporadas más de veinte goles en cada una. Y con la selección es uno de los máximos goleadores de su historia.
Otra cosa son las estadísticas de Justin Kluivert. Sus números goleadores sí que cumplen con nuestra teoría del falso nueve, porque de momento su mejor temporada fue la 2017/2018 cuando formaba parte del Ajax. Lo malo, es que en cuanto a calidad técnica no llega al nivel de papá Kluivert. Eso sí, en lo que sí se parecen es en su rendimiento con la camiseta del Valencia. Kluivert I, que estuvo en la 2005/2006 (16 partidos, 2 goles). Kluivert II, temporada 2022/2023, 29 partidos, 8 goles. Todo sea dicho, en Valencias con objetivos totalmente distintos.
Justin Kluivert es un culo inquieto. Desde que salió del Ajax ha pasado por la Roma, para luego ir a Alemania y jugar en el R.B. Leipzig, después se fue la Ligue 1 con el Niza, luego Valencia y ahora en el Bournemouth de Iraola. Pero claro, ¿es Justin un enamorado de la beca Erasmus? ¿Será un joven cosmopolita obsesionado con vivir y mimetizarse con las diferentes culturas europeas? ¿O es que el hijo de Kluivert vive una búsqueda continúa de convertirse en el Kluivert a secas? Pues cuidado, no vaya a ser que pase de ser el hijo de al hermano de, porque ya suena por ahí el nombre de Shane Kluivert que ya anda luciendo como papá, la camiseta del Barça.