Está visto que en Arabia Saudí se maneja. Se pegaron un verano bueno fichando jugadores para su liga de fútbol y se han llevado el Mundial de 2034 contra todo pronóstico (guiño, guiño). Deben de tener buenas máquinas de fabricar billetes por allí. Ya le hubiera gustado una de esas a Frank Abagnale Jr., aquel timador que interpretó Leonardo DiCaprio en Atrápame si puedes.
Me gusta imaginar a Arabia Saudí sin desierto, ni ciudades prefabricadas. La veo con un paisaje industrial tipo Bilbao o Mánchester. Pero en vez de fábricas de metalurgia, naves con chimeneas inmensas echando humo en la que se fabrican billetes. Dentro trabajan pequeños hombrecillos, duendes como los de Papá Noel.
Y el capataz es el Hombre del Millón de Dólares. ¿Lo recordáis? Aquel luchador de Pressing Catch de pelo rubio y que lucía una americana con el símbolo del dólar grabado, su buen cinturón hortera a juego y repartiendo billetes por el ring. Ted DiBiase, que así se llama el que interpretaba al Tio Gilito de la lucha libre, andaría paseando por la fábrica supervisando el trabajo de los duendes. Y al que vagueé, submission.
Mira si da miedo el dinero de los árabes, que el Real Madrid se ha puesto como loco a renovar brasileños. Como será la cosa, que hasta a Rodyigo Goes le han puesto una buena cláusula. En alguna emisora de radio he escuchado que lo llaman la cláusula anti jeques. Hay que darle una vuelta al nombre.
1.000 millones de euros vale Rodrygo. Tengo siempre en mente unas vacaciones en la playa (como buen madrileño, cerca de Torrevieja) y comprar allí una revista de fútbol. Hablo de los tiempos en los que la Liga Fantástica Marca se hacía rellenando una hoja a boli y mandándola por correo postal. Por cierto, ¿a cuántos becarios les tocaría pasar a mano todos los equipos que mandaban la gente?
En aquella revista destacaban un mercado de fichajes disparatado. El club que se volvió más loco fue el F.C. Barcelona, que se lanzó a fichar a Ronaldo Nazario por 2.500 millones de pesetas. Eso en euros son unos 15 millones (sin tener en cuenta lo de la inflación porque de eso no entiendo). 15 millones de euros. Eso es el premio de un Euromillón sin bote. Ese es el valor de mercado de Fran García según Transfermarkt.
Hay veces que creo que ese dinero que se mueve en el fútbol no existe, que es de mentirijilla. Que el Chelsea hace una transferencia de 150 millones por un jugador al Madrid y que este se lo manda al Inter de Milán para traerse otro, y que a su vez el Inter le paga esa cifra al Borussia Dortmund y así hasta el infinito. Como si ese dinero nunca saliera de ese círculo. Como si ese dinero solo fuera un número generado en el ordenador del primer club que empezó la rueda.
Prefiero pensar en un mundo en el que el Hombre del Millón de Dólares regenta una fábrica de billetes en Arabia Saudí, en el que Hulk Hogan haga de segurata del camión blindado que los transporta y en el que un jeque estaría dispuesto a pulirse sus ahorros en Rodrygo Goes.