Que bonito es el castellano cuando se habla con propiedad. Esa frase se la escuche hace ya bastantes años a un compañero de clase, cuando una chica contaba una cerdada que le había escrito en un sms (para que os hagáis a una idea de los años que hace) otro vecino de aula. Aquel compañero, tímido y de pocas palabras, siempre sabía rematar con una frase demoledora.
El castellano y el fútbol también tienen su particular relación. Ya escribí en su momento sobre expresiones como ‘el descuento’, pero hoy quiero acercarme a una frase que escuchamos mucho, sobre todo a final de temporada: “la pelea por el descenso”.
Se la escuché recientemente al periodista Juan López Córcoles en el podcast ‘Paquetes’ y me dio por pensar en ella. O más bien imaginar, porque en mi cabeza surgió una idea totalmente distinta a la que se intenta transmitir con esa expresión. Porque normalmente “pelear por el descenso” se utilizar para hacer referencia a esos equipos que están en la parte baja de la tabla intentando evitar caer en una división inferior.
Sin embargo, cuando escucho lo de luchar por algo, siempre pienso en pelear por conseguir un ibjetivo. Por ello, “pelea por el descenso” me evoca a una serie de equipos haciendo todo lo posible por acabar últimos y descender, porque mejor cabeza de ratón que cola de león. Jugadores marcándose goles en propia meta absurdos, provocando penaltis a diestro y siniestro. Una plantilla a lo Días de fútbol, pero sin ironía.
Las expresiones y el fútbol. Me gusta una que se decía antes, al menos en la zona sur de Madrid, que era “esto es muy chano”. Hacía referencia a algo que era muy cutre. Por ejemplo, unas zapatillas Kelme eran muy chanas. El que iba al colegio con una mochila con ruedas molaba, pero al que le compraban un carrito de metal y se la ataban con pulpos era muy chano.
Y yo me pregunto, ¿lo de chano tenía algo que ver con Chano, aquel jugador del Tenerife? Buen jugador de cromo del que nuestra generación no recuerda ni de qué jugaba y mucho menos que Chano se llamaba Sebastián Cruzado. Quizá un nombre demasiado chano para ser futbolista de élite.