15 de diciembre de 2024
Henrik Larsson celebrando un gol con el Celtic.

La camiseta del Celtic de Glasgow y Henrik Larsson: las rastas no las inventó Melendi

Henrik Larsson celebrando un gol con el Celtic.
Henrik Larsson celebrando un gol con la camiseta del Celtic de Glasgow

“Papá, papá, ¿por qué llevan la camiseta del Betis al revés?” Aquel día jugaba el Celtic de Glasgow una final de la Copa de la UEFA contra el Oporto. “Es así, llevan las rayas al revés. Son escoceses”, contestó mi padre. El equipo católico de la ciudad de Glasgow, siempre a la gresca con los protestantes del Glasgow Rangers. Aquel Celtic perdió la final con el Oporto, pero la camiseta verdiblanca ganó un adepto.

Aquella equipación se asocia en la imaginación de toda una generación a las rastas. Y todo por culpa de Henrik Larsson, que a pesar de la escasez de partidos que pudimos ver del delantero sueco, se convirtió en todo un icono generacional y una especie de símbolo de rebeldía. Culpa probablemente de los cromos de USA 94, Mundial de las rastas representado por el propio Larsson y por el norteamericano Cobi Jones.

Lo del verde pega más con los irlandeses y con los míticos Boston Celtis. Y por lo visto tiene sentido, porque el equipo se fundó por emigrantes que llegaron desde Irlanda. Busco una explicación a las rayas horizontales y no las encuentro (no está en wikipedia). Eso sí, en sus inicios las líneas eran verticales porque por aquellos entonces la tecnología de las máquinas de tejer no estaba preparadas para hacerlas de otra manera (eso me lo invento).

Pero el origen real de la camiseta nos importa poco. La excusa es Henrik Larsson. Como decía, fue un símbolo por su imagen tan poco habitual. En España todavía no conocíamos a Melendi y las rastas eran monopolio de los músicos de reggae. Como no había muchas posibilidades de verle jugar, alucinábamos con los goles que marcaba en Escocia gracias a aquel programa de Canal+ que nos metía resúmenes de ligas extranjeras los lunes a medio día.

Lo que más nos alucinaba de aquel tipo es que no saliera de Escocia. Una liga que se nos antojaba a años luz de su talento. Aunque al final llegó al fútbol español fichando por el FC Barcelona. Eso sí, sin rastas. Hasta le daría tiempo a echar el rato al final de su carrera en el Manchester United. Pero para nosotros, Larsson siempre será verdiblanco.

Y por cierto, nunca le pregunté a mi padre nada sobre la camiseta del Celtic aquel día. Entre otras cosas porque en aquel momento ya tenía dieciocho años y creía que sabía más de fútbol y de cualquier cosa que él. Y encima, aquel Henrik Larsson ya había cambiado las rastas por un buen rapado. Tampoco me ganó como adepto el club, pero sí que es cierto que la camiseta es pura fantasía.

Henrik Larsson celebrando un gol con el Celtic.

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