Sé que voy tarde con esto porque hablar de la Superliga ya no está en la agenda mediática. Pasó de moda hace un par de semanas. Si, lo sé, que esta forma de hacer no ayuda a todo eso del SEO y los clics. Pero qué le vamos a hacer. “Hoy es cuando“ que decía mucho un amigo mío.
No estoy seguro de si es el paso de los años o qué, pero cada vez me cuesta más tener una opinión certera sobre algo. Con lo de la Superliga me pasa. Siento decepcionar, pero no sé si el torneo este es algo bueno o no. De verdad, no lo sé. Se dice poco “no lo sé”. Pues eso, que no lo sé.
Pero lo que sí creo es que hay ciertas cosas que despiertan interés por su carácter eventual. Un Real Madrid – Manchester City tiene un morbo especial porque se juega una vez cada ciertos años, pero entiendo o al menos lo siento así, que si todas las semanas juegas con lo mejor del fútbol europeo, lo acabas convirtiendo en rutina.
Es lo que pasa en estas fechas navideñas con el Roscón de Reyes. El debate está en la calle: ¿roscón todo el año o sólo en Reyes? La gochería me invita a pensar que por qué no puedo disfrutar yo de la mejor obra de la repostería española cuando me dé la gana. Pues porque si lo como todos los días, el roscón acaba por no ser algo especial. Lo transformamos en rutina.
El miedo que me produce la Superliga es ese, el de caer en la rutina. Que mire la agenda deportiva y vea que se juega un Barça – Juve y me plantee que a lo mejor es una buena tarde para ir al cine, porque total, si ese partido ya no tiene nada de singular.
En lo que no quiero caer es en la nostalgia, porque la cosa esta de que todo era mejor antes no me cae bien al estómago. El cambio siempre nos asusta, pero a todo te haces. Supongo que un chaval que no haya vivido otra cosa que la Champions verá aquellas eliminatorias a ida y vuelta y con solo los campeones de las ligas europeas participando le parezca algo soso. Igual pasará a los niños Covid, que en unos años cuando algún magnate hable de hacer la Hiperliga o de volver a formatos del pasado, pondrá el grito en el cielo porque no quiere que le quiten su amada Superliga.
Prefiero comer roscón en Reyes y ver partidos entre los grandes de Europa sólo de vez en cuando. Pero claro, el roscón está muy rico. Lo siento, pero al final vuelvo a lo mismo. No sé si me gusta la Superliga.